lunes, 3 de mayo de 2010

UNA FUNCIÓN FUNDAMENTAL


La alimentación materna en el sentido de que, fuera de las grandes bondades nutricionales que aporta al niño, fortalece, ¡y de qué manera!, el proceso de interacción afectiva madre-hijo. Tienen también particular importancia en este período el arrullo y las caricias que se le brindan al niño por parte de sus padres en estas edades tempranas y que se constituyen en elementos fundamentales para la confianza básica del niño, que lo lleven al crecimiento y maduración, gracias a los adultos significativos que lo rodean, lo aman y lo protegen. Este será el embrión inicial en la formación de la autoes¬tima en el niño.